Imagina a un hippie de los años 70, sentado tranquilamente en un campo después de un concierto de Jimi Hendrix en Woodstock, que de repente se encuentra con un sobrecito de pegamento Gorilla. "Un momento, colega... ¿esto sirve para pegar muebles o qué?". Sí, el cannabis ha avanzado mucho desde los tiempos de los pantalones de campana y los collares de perlas.
Hoy en día, las variedades modernas se describen a menudo como "excesivamente potentes", hasta el punto de que algunas personas se preguntan si todavía están hechas para relajarse o para una expedición al espacio interestelar. Pero, ¿es esto cierto? ¿Es el cannabis actual realmente más fuerte que el de hace 50 años, o se trata sólo de una leyenda urbana? Echamos un vistazo a anécdotas, cifras y un toque de nostalgia.
1. Los 70: Un porro, un signo de la paz y te vas
Ah, los años 70... una época en la que todo parecía más sencillo, incluido el cannabis.
Los porros pasaban de mano en mano en los festivales, a menudo acompañados de guitarras acústicas y sueños de paz mundial. Por aquel entonces, la mayoría de las variedades disponibles procedían directamente de los campos de América Latina o el sudeste asiático. Nada de cultivos de interior ni sofisticados híbridos. Estas plantas, naturalmente ricas en CBD, contenían una media del 2-5% de THC. En comparación, es un poco como pasar de una copa de vino a un chupito de tequila puro.
Anécdota: el porro de toda la vida
Algunos porros de los años 70 ni siquiera eran porros. Un mito cuenta que un grupo de novatos liaron accidentalmente cilantro en lugar de cannabis, convencidos de que "cualquier cosa que parezca hierba debe colocarte". Spoiler: no funciona.
2. Hoy: ¿Cannabis con esteroides?
El cannabis moderno es otra historia. Con los avances en genética y técnicas de cultivo, los cultivadores han ampliado los límites. Algunas variedades, como Girl Scout Cookies o Gelato, alcanzan ahora niveles de THC del 25-30%. En otras palabras, un porro hoy equivale a veces a varios porros en el pasado.
¿Por qué este poder?
Cultivo en interior: control preciso de la luz, la humedad y los nutrientes.
Híbridos genéticos: cruces cuidadosamente seleccionados para maximizar la concentración de THC.
Concentrados y extractos: el cannabis moderno ya no se limita a las flores.
Los concentrados (cera, shatter) alcanzan a veces el 80% de THC, lo que para un novato puede convertirse rápidamente en una experiencia inolvidable (o totalmente olvidada, según la cantidad consumida).
3. Lo que dicen los expertos: entre la ciencia y las sensaciones
Las cifras hablan por sí solas: según varios estudios, el nivel medio de THC en el cannabis que se vende hoy en día es unas tres veces superior al de hace 50 años. Pero la potencia es mucho más que THC.
El efecto séquito
Además de THC, el cannabis contiene terpenos y otros cannabinoides (como CBD) que modulan sus efectos. Las variedades antiguas, con su equilibrio natural, solían ofrecer una experiencia más suave y menos ansiolítica. Hoy en día, la búsqueda del máximo THC ha sacrificado a veces este equilibrio.
4. Leyendas urbanas: ¿verdaderas o falsas?
"El cannabis en los años 70 era hierba de jardín.
Error... pero no del todo. La mayoría de las plantas se cultivaban al aire libre, por lo que los niveles de THC eran naturalmente más bajos.
"Los hippies fumaban cualquier cosa.
No del todo. Aunque el cannabis de la época era menos potente, los entusiastas sabían apreciar sus sutilezas.
5. Una mirada crítica: el poder no siempre significa placer
Es innegable que el cannabis moderno es más potente, pero eso no significa que sea "mejor".
Para muchos consumidores, el exceso de potencia puede ser sinónimo de efectos demasiado intensos: ansiedad, paranoia, incluso malos viajes. Nuevas tendencias Volver a las variedades ricas en CBD, para una experiencia más equilibrada.
El auge de las microdosis: consumir menos para aprovechar al máximo los efectos.
Conclusión: Una época, un estilo
El cannabis ha evolucionado, al igual que nuestros gustos, hábitos y expectativas. Pero esta evolución no es ni totalmente positiva, ni totalmente negativa.
El cannabis de los años 70 tenía su encanto, al igual que las variedades modernas tienen su complejidad. Entonces, ¿qué prefieres? Quizá la respuesta se encuentre en algún punto intermedio, en la búsqueda de un equilibrio que trascienda el tiempo. Y recuerda: sea cual sea la década, siempre es cuestión de hojas.